ME HA ENTRADO UNA TERRIBLE DUDA . . .
Mi perro duerme como 16 horas al día; todos los días se le prepara su comida.
Puede comer cuando quiera y cuanto quiera y se le provee sin costo alguno para él.
Visita al médico una vez al año para su revisión de rutina,
pero puede ir cuantas veces haga falta, si hay necesidad.
Por obtener todo esto, no paga nada ni se le exige nada.
Vive en un buen vecindario,
en una casa mucho más grande
de lo que él necesita
y no se le pide que le haga
ningún tipo de mantenimiento.
Si ocasiona cualquier desastre,
alguien más lo limpia por él.
Él mismo elige los lujosos lugares donde quiere dormir.
Todas estas comodidades
las recibe totalmente gratis.
Vive como rey y no tiene
absolutamente ningún gasto.
Ni siquiera paga impuestos.
Todos sus costos son absorbidos por otros,
quienes tienen que salir todos los días,
a romperse la espalda para ganarse la vida.
Le gusta salir en carro, que él no compró,
sentado cómodamente
en la parte de atrás
y sin pagar un centavo por gasolina.
Está convencido de que el mundo
gira alrededor de él.
Si quiere saluda, si no quiere no.
Si lo hace, la gente lo toma
como un favor muy especial.
Estaba pensando en todo esto
y de repente, me entró una terrible duda:
¿TENGO UN PERRO O UN CONGRESISTA ?
Responder